5 de marzo de 2020

VENCER TEMORES Y CONTAGIOS


                 El temor mata más que el virus” decía el título del noticiero. El programa contaba con la presencia de especialistas, escritores, y periodistas de experiencia.



 Cualquier situación desconocida producto de un virus, bacteria o catástrofe afectan el estado psicológico de las personas.

 Me dijo una amiga: “El solo pensar en estar encerrada en un crucero, con gente contagiada con un virus, ya me hace subir la temperatura a 50 grados”. El temor es un aspecto importante de la psiquis humana, su función es la de alertarnos de un peligro, con la respuesta inmediata de correr o enfrentar el problema. Sin embargo el exceso de temor puede paralizar o incluso enfermar. Los gobiernos pueden tomar infinidad de medidas sanitarias pero, no pueden prohibir el temor.



El temor es un sentimiento único, algunas personas temen las serpientes, otras las arañas. Algunos individuos temen viajar en avión, otros viajar en ascensor. El temor impide pensar y dar las respuestas adecuadas a un problema. Por ello no debe extrañar que F.D. Roosevelt, el presidente de los Estados Unidos, en su discurso de inauguración (1933) dijera: lo único que debemos temer es al temor mismo. Lo que Roosevelt quiso hacer ver fue que los actos realizados bajo el temor lo único que hacen es empeorar la situación. Si dicen que faltará agua y todos los ciudadanos corren a los supermercados, pronto se acabarán el agua, como el aceite, el algodón, un remedio, o billetes en los bancos. Si no tenemos dominio, el temor empeora la situación.



Los humanos enfrentamos situaciones con peligros externos y peligros internos. El temor es un aspecto interno que podemos controlar evitando que nos aterrorice. Dominando nuestras emociones internas, se toman decisiones armoniosas y acertadas evitando peligros o agresiones. Una experiencia en la isla de Chiloé, en Chile, fue muy simpática. Salimos a caminar y nos siguió un perro de los dueños de la hostería. Era un setter irlandés. Deseaba mostrar sus habilidades y entró en una casa y nos trajo un pato. Lo tomamos de su boca y lo devolvimos al jardín donde lo había “cazado”. Más adelante entro en otra casa y nos trajo una gallina, nuevamente le agradecí, tomé de su boca a la pobre gallina y la devolví a la casa y tan pronto pudimos con mi esposa nos fuimos a caminar por la playa. Allí pude encontrar algunas ramas pequeñas arrojárselas al setter, quien feliz las recogía y las traía, pero no me las daba gentilmente, debía jugar con él, tirar de su boca.



En un momento dado aparecieron cinco perros de la calle que rodearon al setter y comenzaron a ladrarle agresivamente. El animal nos miró, se sentó y mirando el mar esperó sin inmutarse. Nosotros estábamos a unos cinco metros, con calma esperamos para ver si debíamos intervenir. Casi todos eran de una talla un poco mayor que la suya. Luego de varios minutos uno de los perros dejo de ladrarle. Entonces batí mis manos y les grité: ¡basta, fuera! Miraron, dejaron de ladrar y moviendo sus alegres colas se fueron a otro lado. La calma produce calma. Nosotros, luego de unos respiros de tranquilidad, seguimos nuestro paseo en paz acompañados de nuestro nuevo amigo.



El virus para hacer daño debe encontrar una puerta de ingreso. No podemos ser negligentes o inconscientes con una actitud psíquica de aprensión, ignorancia, o temor. Sabemos que el cuerpo humano, en caso de un intruso, está preparado para aislar y eliminar cualquier elemento agresivo extraño. Se trate de un virus o bacteria, que entran por la piel, la respiración, o la boca. Después de leer a Alexis Carrel siempre me maravilló cómo de inmediato entran a trabajar los equipos de defensa: policías, bomberos, y los servicios de inteligencia del cuerpo que detectan y neutralizan al intruso si es perjudicial.



Si la humanidad ha logrado vivir por millones de años, ha sido porque desarrolló un sistema de protección inmunológica. Dicho sistema produce células en distintas partes del cuerpo que defiende y ataca elementos intrusos. Además, todos los puntos de entrada poseen guardianes o porteros. La mucosidad de la nariz atrapa partículas y gérmenes, la cera de los oídos hace algo parecido, la saliva posee compuestos que eliminan muchos de los elementos que entran en la boca. Y si pasan al estómago, los jugos gástricos son una trituradora poderosa. Incluso los lagrimales contienen sustancias que limpian y protegen los ojos. El cuerpo humano ¡es una maravilla! Debemos cuidarlo y fortalecerlo.





Cada individuo debe ser responsable de su propia salud, y saber qué necesita para estar sano. Si dañamos o debilitamos nuestro sistema inmunológico con sustancias tóxicas: alcohol, drogas, tabaco, estimulantes, etc. Eso genera un sentido de daño innecesario, el cual nos hace sentir débil en un momento de peligro. Esto es evidente cuando se realizan tatuajes, piercings en la lengua, el ombligo u otros lugares (como el blanco del ojo, con el riesgo de quedar ciegos), o los juguetes sexuales con usos sin considerar las consecuencias. Todos los deseos de placer muchas veces terminan de mal a muy mal, como la muerte por asfixia. Todos ellos comienzan como un contagio mental. Por ello hay que estar alerta, no someterse a modas o ejemplos de películas y, seguir en cada caso, las instrucciones de las autoridades responsables de la salud.



El efecto de los virus, dependiendo del sistema inmunológico individual puede ser nulo, o producir algún malestar. El virus de la gripe, produce en algunos un leve aumento de la temperatura, en otros una fiebre y en otros una severa enfermedad. La situación más grave es cuando el contagio de un virus se expande para convertirse en pandemia. Esto lo hace a través de una sicosis de temor e ignorancia. En todo contagio hay un elemento mental importante que puede fortalecer o debilitar el sistema inmunológico.



La espiritualidad nos instruye a mantenernos calmos, serenos y mandar mensajes de energía, amor y poder al cuerpo a través de la oración y la meditación. Si enviamos mensajes de temor, de nerviosismo, susto incontrolado no va a ayudar al sistema inmunológico de nuestro cuerpo. Tampoco hay posibilidad de superar el contagio, si los individuos se declaran vencidos antes de enfermar. Enfermedad viene del latín: infirmitas, que significa no estar firmes. Un estudio detectó que muchos de los fallecidos por un virus, lo fueron porque ya sufrían una enfermedad. O sea no estaban firmes. 

No tengamos miedo. Mantengamos nuestra firmeza mental basada en el poder del espíritu. La vida nos dio un espíritu de amor, poder y dominio propio. ¡Usemos este poder! 


Revestidos del poder del espíritu nada nos podrá dañar. Para ello utilizar el escudo de la meditación y la oración fortalece nuestra invulnerable esencia espiritual. Las noticias exageradas de los medios de comunicación no ayudan. La meditación periódica nos otorga fortaleza mental e inmunológica. Por ello hay que cultivarla. Amarse a uno o una misma, significa cuidarse a uno o una misma.



En una oportunidad, en medio de una crisis viral debía ir al hospital a ver a la oculista. El consejo era : no ir;  pues me dijeron que los hospitales son los principales centros de contagio y expansión de los virus. Luego de meditar comprendí que no ir era un síntoma de miedo y que debía hacerlo sin temor. Tuve que enfrentar y superar mis dudas y temores. Medité y afirmé mi identidad espiritual. Cuando me sentí fuerte, fui con confianza de que todo estaba bien. Fui atendido por una experimentada doctora. Agradecí, al verla hacer su trabajo con dedicación atendiendo a gran cantidad de pacientes, sin descanso. Le pedí que se cuidara. Me sonrió y me dijo que lo venía haciendo desde más de treinta y cinco años.



Meditemos en el bien y, el bien nos bendecirá a nosotros, a los que nos rodean y a toda la comunidad. Cualquier elemento que nos inspire seguridad, sean máscaras o guantes, es útil. No obstante la protección del escudo del espíritu está disponible en medio del mar, la cima de una montaña o en el espacio exterior.



Una conciencia espiritualizada rechaza cualquier virus, pues el espíritu no se contagia ni se enferma.



Como me dijo la oculista, podemos practicar la meditación de la sonrisa. Respirar unos segundos y exhalar en unos segundos con una sonrisa. Este remedio es gratis y es maravilloso en sus resultados. La vida es poderosa y nos sostiene siempre.



Amarnos es cuidarnos. ¡Bendiciones y sanidad para todos!



©Pietro Grieco



14 comentarios:

  1. Esta epidemia nos acerca a una emoción comun :
    el pánico,
    y nos potencia la valentía que encontramos en Dios
    manifestada aun más cuando es compartida pos nuestroa amigos y seres amados.
    Bianca

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  2. Sabias y hermosas palabras,para este momento,unirnos y querernos ayudarnos  unos a otros  y con Bendiciones saldremos adelante

    Un cariñoso saludo.
    Elita

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  3. Hola Pietro, como siempre tu prosa es preciosa y tu artículo impecable y lleno de bella sensibilidad.

    Personalmente opino que esta ola de preocupación y psicosis colectiva está producida y alentada por los medios de comunicación y sus conexiones políticas o de poder por oscuros intereses para prepararnos para no sé qué en el futuro como estudio psicológico global y de paso ocultar temas mucho más importantes y prioritarios que no quieren que estén candentes en la opinión pública, al menos en Ex-paña.

    Un afectuoso abrazo para tí y tu querida esposa Bianca.

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  4. Muy Bueno este escrito:
    "Vencer temores y Contagios"
    Muy Bueno
    Gracias y Bendiciones
    Maria Claudia

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  5. Muy bueno el mensaje, gracias
    Y bello el diseño
    Maria ( Argentina)

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  6. Muy Bueno el blog
    Felicitaciones a ambos
    Betty (Arg)

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  7. Hola Pietro,



    Muchas felicidades por el texto.



    Gracias por compartirlo conmigo, muy interesante y enriquecedor.



    Un abrazo



    Cristian

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  8. Gracias Pedro, Muy bueno y muy cierto!

    Les mando un gran abrazo.

    Federico

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  9. Bello y tranquilizador mensaje
    GRACIAS
    Que esta experiencia que nos toca transitar, nos permita hacerlo en Armonía, Solidaridad y Templanza
    Cariños
    Amelie

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  10. Lo felicito por el articulo! muy claro y muy real a lo que estamos viviendo en el mundo entero.

    Desde que me enteré de lo que estaba pasando en Italia me acordé de usted y su señora! espero que sigan bien! cuidense!

    Hoy aparecieron en Uruguay los primeros casos así que ya es imposible ir a un supermercado porque parece que se termina el mundo!

    Esperemos pase pronto!

    Le mando muchos saludos,

    V. (Uruguay)

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  11. Muchísimas gracias Pedro por tu guía para esta especial ocasión. Está demás decirte que el temor hce punta en esta pandemia. Voy a trabajar desde ahora en aleccionadores pensamientos.

    Gran abrazo
    Roberto

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  12. El sabía del uso del codo para el estornudo hace años, pero con una modificación. te diré: a) los locutores de la TV bombardean el pánico en el país, innecesariamente, en un 60% del tiempo que le dedican al “virus”. Po otro lado en los recaudos que se deben tomar en el caso del ESTORNUDO no se ha avisado que la boca debe quedar 5” en la misma posición, en medio del codo, en que se retiene lo que se expele para luego retirar el brazo su posición normal.

    Roberto (Argentina)

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  13. Cuánta inspiracion en estos dias de luces y sombras
    Muchas gracias Pietro
    Maria Luisa ( Italia)

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  14. Momento  increíble  que estamos viviendo ya no importa donde ,ni de que color, ni religión, somos los humanos.
    Algo aprenderemos de todo esto sin duda.
    Les mando un gran abrazo a los dos
    Hasta pronto
    Graziella
    Comencé a releer Sintonia con el Ser

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