Muchas son las personas que se preguntan: ¿Cómo
mantengo mi seguridad? ¿Cuándo termina esta cuarentena y, qué sentido tiene para
mí? Algunos biólogos e historiadores
creen que la vida científicamente no tiene un sentido, pues es el resultado de
procesos ciegos de la evolución, o del azar
y la necesidad. Max Plank no sostiene lo mismo. La psicología sostiene que
encontrar sentido en la experiencia individual puede producir efectos positivos
de vida o muerte.
Esto fue lo que descubrió el Dr. Viktor E. Frankl observando la vida en los campos de concentración nazis. En medio del horror pudo descubrir, que la búsqueda del sentido de la vida es lo que da valor a la humanidad. En su obra “El hombre en busca de sentido” dice: “El prisionero que perdía la fe en el futuro —en su futuro— estaba condenado. Con la pérdida de fe en el futuro perdía, asimismo, su sostén espiritual; se abandonaba y decaía y se convertía en un sujeto del aniquilamiento físico y mental” (Editorial Herder, Barcelona, p.76). El sentido de la vida no se halla en la materia inerte o en procesos biológicos, sino en algo intangible que es el sostén espiritual del ser. Marx Plank, autor de la teoría cuántica, (Premio Nobel 1914) dijo que el universo no semejaba una máquina, sino a una mente que era la matriz de todas las cosas. Una mente no es una máquina de azar sino una estructura fluida capaz de dar coherencia, unidad y coordinación.
El Dr. Frankl presenta casos que demuestran el nexo entre la pérdida de fe en el futuro y la consecuencia final. Menciona el caso “F”, el jefe de su barracón, conocido músico y libretista, quien un día le confió un sueño extraño. Una voz le dijo que pidiera lo que quisiera saber y todas sus preguntas tendrían respuesta Su pregunta fue: ¿Cuándo terminaría la guerra? Pero reiteró: “¡Para mí!” O sea quería saber cuándo serían liberados y se terminarían sus sufrimientos. El sueño lo tuvo en febrero de 1945, y se lo contó a principios de marzo, el Dr. Frankl le preguntó qué respuesta le dio la voz. “F” le dijo: “El treinta de marzo”. Cuando tuvo el sueño estaba rebosante de esperanza, convencido de que su sueño no se equivocaba. El 29 de marzo, las noticias que llegaban del fin de la guerra no eran alentadoras, a la noche cayó enfermo con una fiebre muy alta, al día siguiente, el 30, cayó en un estado de delirio, perdió la conciencia, y el día 31 falleció. La apariencia fue que murió de tifus.
El Dr. Frankl explica la relación que existe entre el ánimo de una persona y sus valores y esperanzas o, cómo la falta de ambos repercute en la capacidad inmune del cuerpo. Él sabía que si ocurre una pérdida de esperanza y valor, puede ocasionar la muerte. En el caso de su amigo fue la pérdida de fe en el futuro y su voluntad de vivir. Tuvo una parálisis de fe en el futuro, que enfermaron su cuerpo y sus sueños se hicieron realidad. También observó que la tasa de mortalidad, entre la navidad de 1944 y el año Nuevo, aumentó exageradamente. Su explicación de la anormalidad, no se debió al empeoramiento de las condiciones de trabajo, ni la ración de alimentos, ni el cambio de clima, ni el brote de nuevas epidemias, sino en la esperanza de la mayoría de los prisioneros de que serían liberados para la Navidad; al no producirse ese hecho esperanzador perdieron su valor y los venció el desaliento.
Frankl cita a Nietzsche: “Quien tiene algo por qué vivir, es capaz de soportar cualquier cómo.” Esta conocida frase, lleva a preguntarnos ¿cuál es mi algo para vivir que da significado a mi vida? Para la respuesta, Frankl invierte la pregunta, pues la búsqueda tiene un enfoque desde el ego humano. Por ello sostiene, que “en realidad no importa que no esperemos nada de la vida, sino si la vida espera algo de nosotros”. Esto significa que la vida tiene un sentido, una conciencia y una mente cosmológica, que como dijo Max Plank, es la matriz de todas las cosas. Podemos dejar de preguntarnos sobre el significado de la vida; y pensar como seres a quienes la vida interroga continua e incesantemente. La respuesta no debe ser de palabras sino de una conducta y una actuación rectas. La vida con un sentido ético. En última instancia vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar las respuestas correctas a los problemas que nos plantea.
Cada uno de nosotros debe definir qué es ese algo que nos otorga la esperanza de vivir y nos hace viajar al futuro y superar cualquier obstáculo. Pero también mirar al pasado a lo que hemos vivido y nos ha hecho ser lo que somos, pues esto dio sentido a las alegrías que tuvimos y nadie podrá arrancarlas de nuestra memoria, y esas por pequeñas que hayan sido dieron sentido a nuestra vida, incluso los sufrimientos y frustraciones también lo dieron. Sentido que capitalizamos pues algo nos enseñaron. Incluso ante la muerte, para los que estaban en un campo de prisioneros, tenía sentido enfrentarla con dignidad.
Quien piensa que unos meses de cuarentena son mucho, piense en los años que Anna Frank pasó oculta con el peligro constante sobre su vida. La cuarentena nos regala una oportunidad para reconsiderar si debemos hacer cambios para nuestro bienestar. Recuerden, Anna Frank que pasó dos años y un mes oculta con su familia, en Ámsterdam; detrás de una biblioteca durante la ocupación nazi, sin embargo pudo escribir: “Piensa en toda la belleza que hay a tu alrededor y se feliz”.
Muchas veces no percibimos el efecto benéfico de un pensamiento ético y generoso que, de acuerdo con el del Dr. Frankl, bendecía hasta a sus enemigos y carceleros. Cuenta que luego de ser liberados se enteró por otro médico prisionero como él, que el Director del Campo, muchas veces había enviado a comprar en una localidad vecina, medicinas para los enfermos y pagaba importantes sumas de su bolsillo. Luego de la liberación, ¿qué hicieron los judíos respecto a ese comandante de la SS.? Pues tres jóvenes judíos húngaros lo ocultaron en los bosques bávaros. Después se presentaron ante los oficiales norteamericanos deseosos de capturar a dicho jefe. Ellos les dirían donde estaba si les prometían que no le harían daño. El oficial norteamericano dudó, pero aceptó e hizo la promesa y la cumplió.
Por lo tanto es importante mantener algo ético para vivir, algo compasivo, especialmente
durante momentos de emergencia, de guerras o de pandemias: mantener esperanza.
Hubo muchos guardias crueles, pero no fue el caso de ese comandante, que fue
restablecido en una función similar: ocuparse de la recogida de ropas de las
aldeas vecinas para distribuirlas entre los prisioneros liberados. Él también
tuvo algo para vivir que le permitió
redimirse. Los gobiernos se equivocan y mucho, pero podemos tener compasión,
pues es muy humano equivocarse. La cuarentena nos da la oportunidad de meditar
y mirar las cosas bellas que nos rodean, no ser flojos de ánimo, sino ser fuertes.
Un
pensador espiritual está siempre libre. Solo está preso quien es esclavo de sus
deseos, o pensamientos egocéntricos.
©Pietro Grieco
Muchas gracias por este articulo del blog , que da esperanzas y animo .
ResponderEliminarY lleva a reflexionar profundamente
Bianca
muchas gracias x tan inspirador blog.
ResponderEliminarEs de gran ayuda para el progreso espiritualde cada persona
Muy buen artículo, nos hace reflexionar sobre el sentido de la vida.
ResponderEliminarImportante también rescatar el concepto de unidad entre los seres humanos, como así también el no dejar nunca de tener un proyecto o propósito para darle sentido a la vida.
Majestuosa y radiante la imagen de la tierra que acompaña el blog.
Cariños Totales, Amelie
Gracias Amelie por tus comentarios
EliminarCariños
PG
Gracias Pedro por tu hermoso articulo
ResponderEliminarA.M
Gracias por el texto, muy alentador en estos tiempos
ResponderEliminarAngel
Querido Pedro, recién leí el escrito que nos envió y me ha gustado muchísimo pues dice tanta verdad y hace reflexionar mucho. Espero que Raúl lo lea detenidamente pues creo que le vendrá muy bien.
ResponderEliminarMC.R ( España)
Muchisimas gracias !
ResponderEliminarMe quedo con esta frase es importante mantener algo ético para vivir, algo compasivo, especialmente durante momentos de emergencia, de guerras o de pandemias: mantener esperanza
GL ( Bs As)
Estimado Pietro,
ResponderEliminarMuchisimas gracias por este texto que me viene como anillo al dedo. Y no precisamente por la cuarentena.
Palabras justas en el momento justo. Pero sobre todo, la vibración necesaria para recordarme, que efectivamente estamos todos unidos.
Con mucho aprecio y gratitud, le envío un
abrazo,
Elisa (Suiza)
Hola Pedro! Buenas noches o buen día,
ResponderEliminarHermosa reflexión para pensar y tranquilizar el cuerpo, la mente y el alma. En Argentina a veces la vorágine y velocidad del pais nos transmite un miedo e inseguridad que nos paraliza o nos pone como locos. Me acuerdo que los alemanes lo llamaban el freezing or flying, un problema de stress.
Saludos,
Tomas ( Bs As)
Querido Pedro, muy buen texto... y todos sus fundamentos, tan necesarios para la mente concreta...que prevalece hoy día....
ResponderEliminarEl temor a la muerte, es lo que paraliza, pero la VIDA, siempre, empuja y alienta, aun en condiciones infrahumanas...
Asi como lo traes a referencia, no tan lejano en el tiempo, la época nazi... pareciera, que cuesta hoy a la condición humana, la enseñanza del pasado .. Viene a bien traerlo a este presente... en una pandemia... inducida... la gente pareciera que se alista, sola !!!... estos es una prueba... es un buen termómetro del MIEDO, y a simple vista es mucho.... entonces tenemos que trabajar..mas...
Tan importante que cada uno desde esta comprensión, de la VIDA, en donde el TEMOR se esfuma a tomar contacto con la expansión de nuestra conciencia... por eso es necesario...faros en la Tierra que traigan esa confianza... Vos sos uno Pedro!!!
Gracias !!!
Paulina, Bs.As. Argentina.
Gracias Pietro. Conocía bien a Frankl y la Logoterapia y también ese pensamiento de Nietzsche. Coincido plenamente con tus palabras.
ResponderEliminarUn gran abrazo.
Alejandro. (España)
Hola Pedro, gracias por tu envío. Me disculpo por la demora en contestarte, pero se trata de un texto que merece tiempo para leerlo y tampoco alcanza hacerlo una sola vez.
ResponderEliminarNuevamente gracias por tu recuerdo, hasta cualquier momento.
Un abrazo,
Cristina,( pcia San Luis .Argentina)