23 de febrero de 2015

OLIVER SACKS ANUNCIA ELEGANTEMENTE SU MUERTE


Deseo homenajear a Oliver Sacks, profesor de neurología y brillante escritor, que a los 81 años, anuncia que padece un cáncer terminal y se despide del mundo. Sus escritos nos revelaron problemas neuronales que afectan el comportamiento humano como el autismo, y otros muy pocos conocidos. La característica de sus escritos mezclando ciencia con humanismo, son de un contador de historias capaces de interesar al más escéptico.
 Libros ahora clásicos como Despertares (1974), Un Antropólogo en Marte (1995) y El Hombre que Confundió a su Esposa con un Sombrero (1986) se leen con fruición, con deleite. Habla con un lenguaje poético sobre temas científicos. Cuando leí por vez primera su ensayo: El Hombre que Confundió a su Esposa con un Sombrero, tuve que volver a leerlo. 

Me pareció tan sorprendente, tan transparente. 

El personaje mencionado como Dr. P era un músico y maestro distinguido, pero a veces no reconocía su rostro, como tampoco el rostro de sus estudiantes, hasta que hablaban. O sea reconocía su voz. No solo no reconocía caras, a veces veía caras donde no las había. Podía acariciar un mueble pensando que era la cabeza de un niño, y se quedaba perplejo de que no le respondiera. Al Dr. P le ayudó su carácter, el poder reírse de estas perplejidades. Podía percibir una línea, un color, un brillo particular, hasta una aguja en el piso, pero no la totalidad de la escena. Podía ver detalles pero no la totalidad. Pero este aspecto, ¿no nos pasa a casi todos los humanos y no nos damos cuenta? El problema central que plantea Sacks es ver la conexión de una cosa con el resto de su entorno, y con nosotros mismos. Lo que percibimos
siempre es parcial, por falta de perspectiva, deficiencia perceptiva o desconexión entre visión y comprensión mental. Comprender esto debería hacernos más humildes.

Uno de los problemas humanos es creer que vemos todos y sabemos todo. Gran error.  



El Dr. Sacks va más allá de la neurología, la cuestiona,  como a los científicos e investigadores, que ven los procesos mentales de clasificar, analizar, categorizar como a los de una máquina, una computadora.   Pero en los humanos está la capacidad del juicio y la de los sentimientos. Si le quitamos los sentimientos y la capacidad del juicio, reducimos al ser humano a una máquina. El valor de los sentimientos fue desarrollado por Daniel Goleman, en su libro Inteligencia Emocional, donde científicamente explica la importancia de las emociones en la salud. En especial las emociones positivas para fortalecer el sistema inmunológico. Si le quitamos a una computadora su capacidad operativa, deja de funcionar. No existe. El ser humano puede detener, mediante la meditación, la mente, no pensar, y sin embargo elevarse a niveles superiores de intuición, percepción e imaginación. El ser humano es más que una máquina psicobiológica. El ser humano es único, incluso es sus limitaciones, pues posee la capacidad espiritual de elevarse por encima de ellas y alcanzar niveles superiores del ser.



Recomiendo leer directamente su nota de despedida, pues su sentimiento ante la muerte es predominantemente de gratitud. Concluye con “Sobre todo, he sido un ser sensible, un animal pensante sobre este hermoso planeta, y ello por sí solo, ha sido una aventura y un privilegio enorme”. 
Espero que el Dr. Sacks continúe vivo y, con buen humor,  por muchos años.




© Pietro Grieco   

2 comentarios:

  1. Que bien tener presente tu siguiente reflexion, GRACIAS PIETRO
    "La realidad nunca es una verdad desnuda.

    La realidad es una representación". "Proverbios y Epigramas" de Pedro Grieco
    Maria

    ResponderEliminar
  2. This is a wonderful tribute to a wonderful man, Dr. Sacks! Thank you. I didn't know of him before now.
    ANd EMotional Intelligence is one of my favorite books :)

    Warmly,

    Shannon

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