Cada vez que mi hermano Donato venia de visita compraba fruta para que se llevase al hotel, pues para él comer alguna fruta de noche
era importante,
“Me limpia” decía.
Mi hermano menor tenía sus particularidades dado que como todos los hermanos o hermanas más pequeñas gozan de los mimos de los demás. Siendo los más mimados, sus caprichos eran curiosidades o gracias festejadas, con el tiempo adquieren actitudes o conductas particulares. Había platos que él no comía y mi madre le preparaba otros especialmente pese al enojo de mi padre y la envidia de sus hermanos mayores.
Pero… era el más lindo, el más simpático… y el más chico.
Estábamos contentos de recibirlo solo o con su esposa e hijas. Era caprichoso también de grande, en una oportunidad pregunto qué deseábamos que trajera para un almuerzo y Bianca le dijo que podía traer empanadas que le gustaban a él.
Trajo ravioles que él, por la salsa u otra razón, no comía.
Pero durante los últimos años las visitas en Italia fueron muy hermosas.
Una nos fuimos a Saint Moritz en un viaje de paisajes alpinos bellísimos.
En otro fuimos s celebrar la Navidad a Lugano, en la plaza central con el gran árbol de navidad y los puestos de “mercatini di natale” comida que con el frio va acompañada de bebidas calientes o alcohólicas. Tuvimos que ir un local cerrado, para nosotros hacía mucho frio.
Las ultimas visitas fueron para acompañarme afectuosamente dado mi problema de salud, para no correr el riesgo de caerme nuevamente me recomendó colocar pasamanos en las escaleras, cosa que hicimos y además me recomendó usar un bastón, para ello fuimos nuevamente a Lugano donde había una farmacia que los vendía.
Compré uno muy lindo de madera de cerezo.
Como a él le gustaba comer alguna fruta de noche, cuando se quedaba con Marta su esposa en un hotel cercano, yo iba al supermercado a comprar frutas diversas para que eligiera y se llevara, dado que quien viaja no conoce donde hay una frutería. En una oportunidad anterior que vino solo colocamos sobre la mesa varias fuentes con frutas. El acercó a su lugar una fuente llena de mandarinas, comenzó a comer y solo dejo de comer cuando no quedaba ni una más.
Desde ese día con Bianca sabíamos que en caso de visita teníamos que comprar mandarinas de más.
Hace una semana fuimos al Shopping y a mí me toca la sección fruta, compre un kilo de mandarinas, pero al salir vi unas cajas de mandarinas especiales de 2,5Kg.
Por lo que compre una para que, en caso de que mi hermano decida venir, no falten mandarinas.
Yo sé que el año pasado decidió con cierta tristeza morirse, pero conociendo sus peculiares terquedades, no sería nada raro, de que si se entera que hay una caja de mandarinas especiales decida venir.
Por lo tanto, si lo ven, por favor díganle que en casa hay una caja perfumada de mandarinas especiales para él.
Los científicos sostienen que millones de años después que los humanos desparezcan de la tierra, las ultimas en seguir adelante serán las hormigas.
Con este saber nosotros deberíamos pensar en pasar a otra dimensión para seguir nuestras experiencias, pues como dice Lao Tse, quien muere y no perece es eterno.
© Pietro Grieco
