21 de agosto de 2014

QUIEN DETERMINA NUESTRO DESTINO


¿Podemos elegir nuestro destino, o nuestra vida está pre-determinada por  el azar,  un ente superior, la fatalidad o una conciencia cósmica? 
¿Hay personas destinadas a ser violentas o pacíficas, pobres o ricas, con mala o buena salud?  En teología se lo trató bajo el concepto de “predestinación” y en filosofía bajo el de “determinismo” e “indeterminismo”. 


Veamos primero  el enfoque religioso, luego el científico y finalmente el espiritual.

I. El Enfoque Religioso

Cualquier persona que visite la ciudad de Ginebra hallará dos íconos inevitables: el chorro de agua del lago Leman (o lago  Ginebra) y el monumento de 100 metros de largo a los Reformadores.  El cual destaca en el centro a los ginebrinos Guillermo Farel, Juan Calvino, Teodoro de Bèze y John  Knox.  Ginebra fue pionera, en el siglo XVI, en adoptar las ideas del monje católico alemán Martín Lutero, quien se rebeló contra la jerarquía de Roma, aduciendo, entre otras cosas, la inmoralidad de la venta de indulgencias. Fue un acto de coraje individual, cuya influencia para cambiar la realidad ha sido enorme. No era, ni es necesario llegar a ser un papa, ni siquiera un obispo, para cambiar contextos y circunstancias. Un individuo convencido de su verdad podía plantarse ante la autoridad —o la adversidad—para transformarla.  Lutero no fue un improvisado, ni hizo marchas públicas, se rebeló con 95 tesis dirigidas a la autoridad de Roma.


En mi última visita a Ginebra, recordé que el seguidor de Lutero, Juan Calvino había hecho énfasis en la doctrina de la predestinación; por lo tanto,  decidí ir al Museo de la Reforma para ver qué antecedentes había. Hallé que  dicha doctrina no fue un invento de Calvino, sino más bien una conclusión directa de (las contradicciones) del texto bíblico. Si no hubiera sido por la voluntad divina ¿cómo podría Abel, el preferido de Dios, ser asesinado por su hermano Caín? O ¿por qué Jacob, el segundo de Isaac, fue elegido como primogénito, en vez de Esaú? O ¿por qué los inocentes pueblos de Canaán con sus niños, ancianos y mujeres  (incluido su ganado), debían ser asesinados por los Israelitas, por el sólo hecho de estar allí, contradiciendo el mandamiento de “No matarás”?  Recordemos que la Doctrina de la Predestinación sostiene que todo ya ha sido establecido por la voluntad de Dios. Si esto es así, de inmediato se plantea el problema de si la libertad existe o no. Según algunos estudiosos, como Marc Faessler, era ése el tema que realmente interesaba a Calvino: la libertad.


  En el presente, las contradicciones bíblicas, provienen, de considerarlo un texto único, cuyo autor es nada menos que Dios. Esto hace de Dios un ser que se contradice a sí mismo. Cada libro contenido en la Biblia es una fusión de una diversidad  de textos provenientes de momentos históricos y autores bien diferentes. Con tales orígenes las contradicciones son inevitables. En vez de cuestionar los textos con sentido crítico, Calvino los justificó mediante la doctrina de la predestinación.

  No son contradicciones, para Calvino, así lo quiso Dios. Lutero, más práctico, sostuvo que las secciones relevantes de la Biblia son las que hablan del Espíritu. La doctrina calvinista enfatiza la potestad de Dios, la bondad de su creación, las limitaciones de la creatura humana por el pecado original, y la Biblia como única autoridad. En este contexto se sitúa la doctrina de la predestinación. Es claro, la doctrina presentaba una paradoja: contradecía la libertad y el libre albedrío.

  La vida eterna, de los hijos de Dios, según Calvino, era posible mediante la actividad redentora de Cristo. Éste aspecto, tratado dentro de la bondad de la creación divina se conectaba con la cooperación en la sociedad, enfatizando la participación, el trabajo duro y el éxito en las actividades humanas. Las personas glorifican a Dios trabajando con alegría. El premio por al trabajo duro es la riqueza.


  Por lo tanto si bien el destino final en la eternidad estaría predeterminado, permite elección y el ejercicio del libre albedrío condicionado a los estrechos caminos a seguir. Muchos pensadores consideran que el enfoque de lograr la vida eterna mediante las buenas obras y el trabajo intenso, fue un aspecto esencial en el progreso de los países donde el protestantismo ejerció su influencia. Influencia que ha continuado.

  Hoy en día esta doctrina está superada (ni la ciencia es considerada infalible), la Biblia ya no es considerada un texto absoluto, ni fuente única de verdad. Eso no impide que siga teniendo gran cantidad de ciegos seguidores.

  En su época y para las mentes que demandaban una certeza absoluta, tenía sentido. Los que hacían el bien contaban con la posibilidad de la salvación, en cambio los que hacían el mal eran condenados. ¿Quién determinaba lo que estaba bien o mal? ¡La misma iglesia! El poder, sobre los fieles, que se adjudicaba la religión era enorme. Calvino fue un trabajador infatigable, para establecer y hacer cumplir normas, que él mayormente había redactado. Esto le trajo muchos enemigos y se convirtió en un déspota hasta con quienes lo apoyaron. El destino estaba predeterminado: algunos —los que seguían sus preceptos— se salvarían y el resto estaban condenados.

  Además, su la visión eurocéntrica, ignoraba a aquellos que no eran cristianos y ni siquiera habían oído hablar de Cristo: los condenaba sin sentido. En el mundo global posmoderno, los dogmas localistas pierden valor y sentido. Si la leyenda bíblica fuera la única verdad, la humanidad sería heredera de Caín, un fratricida. 

En la segunda parte veremos los enfoques científicos y filosóficos del destino.
©PietroGrieco





4 de agosto de 2014

VIVIR EN ARMONÍA EN PALESTINA

Después de mi blog Morir en Jerusalén, unas semanas atrás, la violencia se extendió a Gaza. Me sentí triste, realmente triste. Palabras de amor y comprensión parecen una indecencia en medio de tanta muerte. No se trata de quien tiene razón, pues la razón (como demostró el filósofo Kant), es insuficiente para comprender la realidad. El legítimo derecho a defenderse de Israel, expresadas por Peter Lerner, el vocero militar parecían razonables.  Pero los  tremendos excesos, hace que Judíos y no judíos, incluyendo al Secretario General de las Naciones Unidas, estén clamando por lo que se considera una masacre de civiles, en especial niños, sin ninguna relación con objetivos militares. Quisiera plantear hechos, tan objetivamente como la información me permita, para pasar, al final, al enfoque espiritual de este blog.


Nadie puede negar el derecho a defenderse destruyendo lo que se considera una amenaza. Pero eso no significa arrogarse el derecho a masacrar niños en una playa, donde no había ni túneles, ni lanza misiles, como tampoco los había sobre una azotea en la que jugaban niños, ni en los hospitales, ni en el principal mercado lleno de gente, la universidad, ni en las escuelas de las Naciones Unidas, ni en centros religiosos como la Iglesia cristiana a cargo del sacerdote Jorge Hernández, que atendía a niños discapacitados. No podemos negar que, posiblemente, producir víctimas sea parte de la estrategia de Hamas, pero lo increíble es que Israel contribuya a la misma. Ante los cuestionamientos, las autoridades israelíes dijeron que investigarían cada hecho. Nunca informaron nada. Tampoco es posible condenar a unos y otros, de acuerdo con la información periodística que puede estar manipulada. En una guerra lo primero que sufre es la verdad, a través de la desinformación sistemática. No somos jueces. Pero cada uno de nosotros debemos mantener sus principios, uno de ellos es que todo individuo o comunidad es responsable de sus actos y deberá responder ante la justicia por ellos.

Siempre sentí que en Palestina se produjo una arbitrariedad de origen. Después de dos mil años, los israelíes, habiendo pasado por persecuciones y el holocausto, las naciones de occidente en un acto de justicia y bondad, le garantizaron a través de las Naciones Unidas, en 1948, un lugar soberano en Palestina. Pero ya se sabía que, con millones de personas, yendo al nuevo estado surgirían conflictos con los habitantes del lugar. Pese a ello nunca se proveyó de soluciones a los palestinos. Esta inequidad inicial produjo constantes discordias, por ser dos pueblos sobre el mismo territorio. De este hecho no es culpable Israel ni los palestinos. Pero viendo las consecuencias, y habiendo pasado por el holocausto, sería un gesto elevado de Israel hacer que las Naciones Unidas otorguen a los palestinos los mismos derechos y obligaciones.

Por las tensiones internas y externas, entre israelíes y palestinos, han reaparecido, en ambos bandos, los neo-zelotes (sectarios que buscan soluciones mediante la violencia). El conflicto parece una constante respuesta machista: el uso de la fuerza, como única respuesta.  ¿No es extraordinario ignorar el elemento femenino? Falta el amor a la vida, a los hijos, la ternura, la compasión, y la practicidad para una solución permanente y segura para las familias. En vez se va tras soluciones para consolidar poder político y satisfacer intereses armamentistas. Este es un aspecto central. Alguien podría pensar que esto afecta sólo a la comunidad musulmana. Fue sorprendente leer sobre cómo las mujeres son discriminadas y abusadas en el mismo ejército de Israel. Véase el trabajo publicado en el Washington Post el 24 de julio 2014, por la periodista Yael Even Or, con el apoyo de una larga lista de firmas de mujeres reservistas, que se niegan a participar de la guerra. Su visión es más humana, sabia y comprensiva de la mayoría de los argumentos conocidos. La petición de las reservistas también puede verse en el sitio: Lo-Meshartot.org. La paz deberían negociarla las mujeres.

Para la solución  de las desavenencias, hay que escoger un método no violento de resolución de conflictos. En este sentido Martin Luther King enfatizó: “La humanidad debe emerger de todo conflicto con un método que rechace la venganza, la agresión y la represalia”. Un sistema aplicable podría ser el propuesto por Marshall B. Rosenberg, Ph.D., llamado NVC (por Non Violent Communication). Rosemberg no entendía el porqué, otros niños le pegaban, hasta que comprendió que era por ser judío. Esto le impactó de tal forma que, de adulto, estudió psicología para discernir qué empujaba a personas golpear a otra sin saber quién era. Con el tiempo elaboró un procedimiento para entenderse con sus opositores. Lo practicó en Estados Unidos y otros países del mundo, incluso entre los palestinos. El principio fue recibido con cierta resistencia. Esforzándose por comprender sus necesidades y sus sentimientos logró un acercamiento con gente de Gaza. Finalmente lo invitaron a comer a sus casas. Véase su libro “Speak Peace in a World in Conflictwww.PuddleDancer.com. Puede utilizarse cualquier otro método aceptable para las partes. Pero es imprescindible acordar un protocolo, que actúe como una guía o camino que conduzca a la paz. También hay que reiterar que si una persona hace un acto dañino, no nos obliga a nosotros a realizar lo mismo. El ojo por ojo y diente por diente es puro salvajismo. No llevarse bien es una enorme pérdida de energía y recursos.


Muchos países del mundo han tenido que hacer frente a acciones subversivas, y las superaron mediante la ley y la justicia. Nunca matando inocentes por centenares e hiriendo a miles. Medios impuros contaminan los fines y los hacen inalcanzables. No soy el único en sentirme triste. Daniel Barenboim, conocido director de orquesta (Divan) y Mensajero de la Paz para las Naciones Unidas (con pasaporte israelí y palestino), dijo en un comunicado publicado en diversos diarios del mundo: “Escribo estas líneas con pesar en el corazón, ya que los acontecimientos durante las últimas semanas han confirmado mi convicción de larga data, de que no hay solución militar para el conflicto israelí-palestino”. La propuesta de Barenboim consiste en manifestar empatía o compasión mutua. Compasión, que en este caso, no se refiere a un sentimiento de comprensión psicológica, sino de una obligación moral.
Únicamente entendiendo el dolor del otro y lo que le hace sufrir, podemos ayudar a aliviar dicho dolor y avanzar uno hacía el otro.

Como sostenía Gandhi nunca hay que reaccionar contra la violencia pero tampoco ceder ante la injusticia. Sin justicia no hay paz válida. Debemos estar conscientes de que una vez que comienzan acciones violentas, las muertes de inocentes pueden llevar a ser tipificadas como crímenes de lesa humanidad.  Por ello todos los hechos, incluso los políticos, deben ser analizados y juzgados por un tribunal internacional independiente. Resulta imprescindible buscar caminos de armonía, para vivir en paz

Einstein dejó algunas enseñanzas aplicables: Una es que la mente que produce el problema, no puede dar la solución. Por ello mi propuesta de que sean mujeres las que negocien la paz. El otro concepto sabio es que si pensando como pensamos (ojo por ojo, diente por diente) llegamos donde estamos (el conflicto constante), ¿qué nos hace pensar que pensando igual, llegaremos a otro resultado? Por ello si los bandos en conflicto no lograron una armonización de intereses, la comunidad de naciones debe hacerlo como lo hizo en 1948. Se requiera coraje, humildad y determinación para llegar a un entendimiento. Aunque no sea por amor ni una obligación moral, debería serlo por la simple comprensión de evitar el aniquilamiento mutuo. Las armas futuras serán cada vez más sofisticadas y poderosas. Y puede llegar el momento en que coloquen (mediante robots o drones) una bomba atómica de bolsillo, bajo la cama de la máxima autoridad enemiga y hacer desaparecer a toda una ciudad. Drones indetectables pueden ser más económicos y eficaces que construir túneles. El precepto de negociar con el enemigo mientras estamos a tiempo, está más vigente que nunca. Pasemos ahora al enfoque espiritual.

El enfoque espiritual
El gran culpable de muchos problemas es nuestra mente. Dijo el Dalai Lama: Nosotros tendemos a ser controlados por nuestra mente, siguiendo su sendero egocéntrico. Por lo tanto para lograr una perspectiva espiritual es necesario dejar de lado nuestra avaricia, nuestras ambiciones, los deseos de todo lo mío, mío, mío de la mente, excluyendo, de esa forma al prójimo, que conduce irremediablemente al sufrimiento. Para pasar de lo mío a “lo nuestro” incluyendo al prójimo, debemos hacerlo desde la perspectiva divina o universal. Hay diversos procedimientos de control de la propia mente, como los recomendados por el Dr. Alexander Bain y sus seguidores. O seguir procedimientos miles de años más antiguos, como la meditación y la contemplación. Un procedimiento simple es reemplazar los pensamientos de superioridad por pensamientos de humildad, los de odio por los de amor, los de agresión por los de no violencia, y así sucesivamente. Esto nos libera del sufrimiento causado por nuestras acciones o las de los demás. De los profetas y yoguis nos viene el mismo concepto: todos somos uno en la Divinidad.
Por ello es necesario elevarse y pensar espiritualmente. Lo cual es lo opuesto de lo que puede ser una estrategia de guerra sin solución. En primer lugar, (y esto lo aprendí trabajando en prisiones de máxima seguridad), nunca miramos a nuestro prójimo como un ser malo, dañino o perverso. Lo contemplamos como un ser divino, inocente, amoroso y puro. Esto no es ser naife, sino porque esto es lo que queremos que se manifieste. Este aspecto lo descubrió Nelson Mandela en su lucha para solucionar el problema del apartheid en Sud África: Pensar muy bien de las personas a menudo les permite comportarse mejor de lo que harían de otra forma. Jack Kornfield sostiene que esto tiene efectos sorpresivos. La práctica espiritual puede ser muy simple: Contemplar con los ojos de la compasión  y actuar con nuestra intención más sabia. (After the Extasy the Londry, 253). Esto conduce al perdón y la redención.

  Para que haya paz debe primar la justicia, sin justicia no hay paz posible. Pero para ello primero debemos lograr la paz en nuestra conciencia, estar en paz y manifestar paz.   
   Debe reconocerse la existencia del otro, comprender sus necesidades y sus sentimientos: debe existir equidad y generosidad en las concesiones, debe renunciarse a la violencia para la solución de las disputas y aceptar  o designar tribunales arbitrales si es posible sin relación con las partes, cuyos miembros sean de países alejados. Hay que pensar diferente para producir resultados diferentes. Una mente armoniosa es calma y amorosa, no daña a nadie pero bendice a todos. La meditación hace que le mente adquiera hábitos virtuosos de pensar. La empatía y la compasión son naturales para todo ser humano que desea vivir en armonía.

Síntesis:
1 Corregir el problema de origen. Las Naciones Unidas deben otorgar a los palestinos los mismos derechos y obligaciones que Israel.
2 Hacer a todo individuo o comunidad responsable de sus actos violentos, por los que deberá responder ante la justicia.
 3 Los hechos deben ser juzgados por un tribunal internacional independiente.

4 Incorporar el elemento femenino con su visión para la negociación y para la solución de problemas de todos los días.
5 Adoptar un método no violento de resolución de conflictos.
6 Recordar que medios impuros contaminan los fines y los hacen inalcanzables.
7 Pensar en forma elevada. Controlar la mente egocéntrica. Nunca odiar y manifestar empatía y compasión  mutua.

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